Los Niños Elegidos y sus Digimon cayeron por un acantilado hacia un río. En medio del caos, Gomamon utilizó su habilidad especial, Marcha de Peces, para pedir ayuda, convocando a peces que formaron una especie de balsa y salvaron a Joe y al resto del grupo. Kuwagamon también cayó al río junto con varias rocas, lo que generó una fuerte ola. Afortunadamente, lograron escapar a tiempo y llegar a una nueva área del bosque.
Mientras intentaban decidir sus próximos pasos, Sora mencionó que se encontraban en la Isla File, aunque algunos dudaban de que realmente fuera una isla. Joe pensaba que aún estaban en Japón. Taichi propuso avanzar hacia la costa, considerando inútil quedarse en ese lugar, mientras que Joe prefería esperar a los adultos para que los rescataran. A pesar de su reticencia, terminó siguiendo al grupo cuando estos decidieron marcharse.
El grupo llegó a una playa donde oyeron el sonido de teléfonos sonando. Al buscar el origen, encontraron una serie de cabinas telefónicas. Sin embargo, cada vez que Taichi intentaba responder, las llamadas se cortaban. A pesar de la extrañeza del suceso, los niños intentaron comunicarse con sus familias, pero solo escuchaban mensajes sin sentido provenientes de una máquina contestadora.
Cansados y hambrientos, los niños revisaron sus pertenencias en busca de alimentos. Aunque racionaron lo poco que tenían, Taichi y Agumon comenzaron a comer sin esperar a los demás. Entre los objetos que llevaban, encontraron algunos útiles para su situación y algo de comida que alivió un poco su hambre. Mientras tanto, los Digimon comenzaron a percibir que algo o alguien se acercaba.
De repente, pilares de agua emergieron de la arena, destruyendo las cabinas telefónicas. De ese sitio surgió un gigantesco caparazón, que Tentomon identificó como Shellmon, el dueño de ese territorio. El grupo intentó escapar, pero Joe, al intentar trepar un risco, fue derribado por un chorro de agua de Shellmon. Agumon lideró a los Digimon en un ataque, pero mientras él logró lanzar su Flama Bebé, los demás Digimon, debilitados por el hambre, no pudieron luchar y quedaron exhaustos.
Taichi intentó intervenir, pero Shellmon lo atrapó con sus apéndices, sujetándolo con fuerza mientras lanzaba chorros de agua hacia el resto del grupo. En ese momento crítico, el dispositivo que Taichi llevaba comenzó a brillar. Este fenómeno permitió que Agumon digievolucionara a una forma más poderosa y con apariencia de dinosaurio llamada Greymon.
Greymon enfrentó a Shellmon, liberando a Taichi y derrotándolo al lanzarlo al mar con su ataque Mega Llama, también conocido como Mega Flama. Tras la batalla, Greymon volvió a ser Agumon, agotado por la energía consumida en su transformación, y confesó que necesitaba comer para recuperarse. Koshiro sugirió que deberían abandonar el área, ya que Shellmon probablemente no había sido vencido del todo. El grupo aceptó la idea y decidió continuar su camino hacia un lugar más seguro.
«Y así, los siete niños y sus compañeros Digimon emprendieron su marcha a través de un mundo lleno de aventuras desconocidas, donde cada paso era un nuevo descubrimiento.»